martes, 8 de octubre de 2013

La fiesta de la alegría



                              
Porque mientras estamos vivos

es un deber dejar que la sangre bulla

y lata trastocada.

 

Es un deber transmitir al aire la sonrisa

y palpar el horizonte con las manos

 

extender la vista al infinito

y reír sin motivo y a deshora

 

dejar que la alegría inunde nuestra casa

palpitando en múltiples carcajadas

 

recogerla en nuestras manos y lanzarla

desde el delantal suave del cuerpo

 

como una lluvia cuajada de flores

expandida a todas las almas.




2 comentarios: