sábado, 29 de octubre de 2016

Colgada del vacío de los cuernos de la luna



Floto en el halo sutil que envuelve mis horas

oculta entre paredes de sombras.

 

Percibo el deslizar de los minutos

repiqueteando en el tic tac de los relojes

que marcan espacios sin huellas

y abro los oídos al silencio

aturdida por la nada que acecha voraz.

 

Extiendo la mirada en busca del punto de apoyo

y encuentro la nebulosa

que convierte en bruma los pensamientos.

 

Todo se diluye en el contorno eléctrico

de la noche sin estrellas y me dejo,

dejo que me invada la niebla blanca

que aturde los sentidos.