martes, 4 de julio de 2017

Permanencia





Yo soy la que se queda.

Faro y vigía en la hondonada alta que ocupa mi casa.

Soy la que aguarda.

 

La que mantiene encendida la hoguera

la que escruta, la que vela

la que insomne deshoja las horas perdidas.


La que anhelante destierra nubes de incertidumbre

la que se obliga a continuar a pesar de la fatiga

la que olfatea en el aire aromas marchitos.


la que se estremece al sentir en el rostro su aliento

la que percibe sus dedos de niebla acariciándome el pelo

la que siente la fijeza de sus ojos sin mirada.

 

Elección y destino enrollados en mi larga trenza blanca

contemplo desde mi atalaya de asombro

la despejada llanura donde se asienta mi casa.