Te
miro dormir
observo
tus
suspiros arrancados al viento
la
respiración serena.
En
calma, tu cuerpo abandonado al vaivén de los sueños,
los
ojos inquietos abiertos como ventanas
reposan
ahora cerrados por las pestañas
cárcel
de tus pensamientos.
Las
manos olvidan el juego y lo pies
reposan
del movimiento.
Todo
acompaña tu sueño
Yo, dulcemente, te velo.
A Elvira
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