Con
su hierro candente quién marca la propiedad de la carne inocente
quién
asigna el derrotero invisible de la existencia.
En qué simbiótica lotería se adjudica el número perdedor
qué
arrastra a la senda de los perdidos
de
los apátridas
de
los descastados
de
los excluidos
qué
dedo señala el rumbo a los sin sueños
a
los desheredados
a
los infelices
a
los enfermos
a
los invalidados
a
los parias
que
vagan
infinitos
por
la tierra.
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