viernes, 21 de agosto de 2020

Pulso

                 


Reconduzco mi esencia

hacia dónde yo quiero.

El cerebro es potente

el cuerpo retador

independiente.

 

Se miden en batalla diaria

aportando lo mejor de sí mismos.

A veces es conveniente

 que gane el cuerpo

 dejarlo a su merced.

 

Darle caprichos

y consentimientos

 dulcificar su espera

 amasar su calma.

  

Otras es el cerebro

 el que manda

 no permite que la mente

derrape por ensenadas

 calcula los momentos de ocio

 los alimentos a ingerir

 el tiempo que duran las lágrimas.

 

Aprieta la razón sobre la emoción

su garra de acero y marca

la distancia hacia el paraíso.

Cuantifica, razona, mide

 pesa, alerta y reconduce

 los desbarrados pensamientos.

 

Anula caprichos arbitrarios

dibuja con trazo preciso

el rumbo a seguir.

Acalla la estúpida incertidumbre

que pugna por asaltar las defensas.

 

Desvía con atinada dirección

el distorsionado enfoque del pavor

rescata los momentos más bellos

en la pantalla del recuerdo

y enarbola en calculada complicidad

banderas de aliento.

 

Cuerpo y cerebro estrechando lazos

aúnan afectos.

La victoria llega

cuando ambos reposan

 en dulce entendimiento.