Una vez más varada
una vez más estancada
en el tiempo que no existe
miles de días de aislamiento
forzoso, impuesto, letal
forjaron su torpeza
salió como el toro a la plaza
sin prevención, sin reservas
no vio la espada en el burladero
no vio las banderillas de fuego
ni al picador en su montura
ni escuchó el rugido
que le alertó del peligro
Se lanzó ciega hacia el desastre
que se cernía sobre ella
trotando alegre, confiada
indefensa
cuando sintió el castigo
sobre su alma maltrecha
fue tarde para escapar
el cerco se había cerrado
ahora, busca incansable
el punto de fuga