Porque
mientras estamos vivos
es
un deber dejar que la sangre bulla
y
lata trastocada.
Es
un deber transmitir al aire la sonrisa
y
palpar el horizonte con las manos
extender
la vista al infinito
y
reír sin motivo y a deshora
dejar
que la alegría inunde nuestra casa
palpitando
en múltiples carcajadas
recogerla
en nuestras manos y lanzarla
desde
el delantal suave del cuerpo
como
una lluvia cuajada de flores
expandida a todas las almas.
Impartes y eres alegría.....
ResponderEliminarGracias precioso!!
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