Mirad
esa cara que estalla en sonrisa
y la luz que derrochan sus pupilas
qué armonía desdibuja su cuerpo
que se apresta a dar paso a la vida
su cabeza, remolino de sueños
atesora ansiedad y pasión contenida
porque en ella anduvo el amor
y en su cuerpo florece y germina
en el alma se enredan los sueños
que velaba su infancia dormida
las manos acaricias el vientre
complacida, desgrana palabras
que vierte en cascada de amor a su niña
cómplices desde ahora en el juego de la
vida.
Su cuerpo acunando auroras.
¡Mirad esa cara que estalla en sonrisa!
A Irene y Elvira
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