Si pensáis que mi alma, como una muñeca rota
siga los pasos que marcan las otras mujeres inocuas.
Si queréis que mi pecho no vibre
y se transforme en lira empolvada de cuerdas rotas.
Si pretendéis que mis ojos no vean la luz del faro
que alumbra
que para mí no sea el agua, agua, la tierra, tierra y
la noche sombras
sí tan siquiera soñáis que voy a seguir vuestras
estúpidas maniobras
cuajadas de hielo mis venas, bruñido en granito mi
pecho
arrancada la raíz del tiempo, mujer estúpida hecha de
inercia perruna
sombra gris entre otras muchas sombras. Si soñáis
que vais a conseguirlo
despertad de vuestro sueño inútil, porque antes de
ser nada
o lo que vosotros pretendéis, que es lo mismo
mi cuerpo aparecerá, ¡os lo juro! cualquier mañana
gris
roto a la vuelta de una esquina.
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