Saber que discurrimos por la misma senda
sin presiones,
sin obligación
sin nadie que
nos marque márgenes
por decisión propia, por puro disfrute.
Nada que
ocultar, nada que esconder
sin desconfianzas.
Las fronteras
desaparecen
el mundo se
expande
las tinieblas
dan paso a la luz
el camino se
allana y se cubre de amapolas
que enjaezan,
quietud y calma
el discurrir de
los días.