Hoy la muerte se pasea por las calles
en contraste con el sol calcinante del
estío
se ha instalado a hurtadillas
al desgaire se ha dejado caer
sobre la presa elegida.
Se pavonea orgullosa y en silencio
nos muestra su conquista
el rostro macilento, la mirada perdida
la piel opiácea que espanta la vida.
Dislocada mira con sus cuencas vacías
la figura vacilante, la sombra de la
sonrisa
que inútilmente quiere ganarle terreno
al gesto huido, que hecho un todo
con el olor a Parca, ensombrece la
avenida.
Tristes figuras que saltan desde el
verano florido
al borde del precipicio, huestes
marcadas
por el sello indeleble que señala su
destino.
Hoy la muerte se pasea por las calles.
Yo, la he visto.
Grande!
ResponderEliminarGracias José, es un placer verte por aquí!!
ResponderEliminarQue maravilla, que terrible delicia verte hilar de forma tan perfecta versos y palabras, si, muy grande.
ResponderEliminarAlgo nuevo germina dentro de mí cuando los sentimientos nacidos en soledad trascienden y llegan. ¡gracias!!
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