sábado, 30 de noviembre de 2019

Donde se quiebran las olas

                

     Donde se quiebran las olas brota tu recuerdo

escondido entre arenas y espuma blanca.

 

Cárcel de tu alma el cuerpo varado

se mece en un compás roto por la ausencia.

 

De nuevo tu sonrisa asalta la memoria

buceando en la profundidad de los años perdidos.

 

Hacia qué océanos de luz batiste los brazos

caballo de bruma y silencio.

 

Por qué parajes de olvido desovillas tus sueños.

Me llega tu perfil nítido contra el fondo de los valles.

 

Transitas en calma las verdes praderas,

las altas montañas, los senderos de la sierra.

 

El morral al hombro, la sonrisa presta.

Instantáneas que atesoran las neuronas.

 

Tu caminar seguro, tu mirada serena,

tu alma de niño, tu admiración. Mi tristeza.

 

Te quedaste dormido, tirado en la arena

rompiendo demasiado pronto tus lazos con la tierra.

 

Te busco en tu nombre. Te grito en la naturaleza,

te convoco en la noche para mitigar la pena.

 

La que no dejo que brote,  la que amarro a mi pecho,

desoyendo sus gritos sin bajar la cabeza.

 

Te busco en los tintes sombríos  por las calles madrileñas

de este Noviembre maldito donde todo me recuerda

 

el instante en que te fuiste, delfín sobre las olas,

prendido en una pirueta. La final. La postrera.



                                      A mi padre

2 comentarios:

  1. Recuerdos y emociones profundas bellamente compartidas. Te felicito.

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