La clave de la felicidad se esconde
en
la línea de una sonrisa
en
la quietud del alba
en
el alborozo efímero
del
contacto de tu espalda
en
la plenitud soberana
que
cimenta la esperanza
en
descubrir cada día
cómo
se estremece el alma
con
el eco de tu voz
al
despertar la mañana.
La
felicidad es vivir
según
se nos venga en gana
y
acunar el horizonte
en
el borde de mi falda.
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