y cobijar mi cabeza en tu pecho.
Me gusta sentir tu latido y percibir la caricia de tu aliento
acompasado
con el mío.
Me gusta que tu mano dirija mis pasos, que la noche
acorte su vuelo y el mañana baile en tus ojos.
Me
gusta que el silencio sea cómplice de la palabra
y
la palabra cómplice del entendimiento.
Me
gusta dormir en tus brazos, traspasar la barrera del sueño
y
despertar henchida de ti.