Vuela el tiempo
agitando
los espejos del agua
la luna se hace chica
y la voz se remansa
en este despertar
constante
en esta danza de
siglos
entre la vigía y el
sueño
de la tranquilidad a la
tormenta
de la fragilidad a la
batalla
de la duda a la certidumbre
de la luz a las
tinieblas
del ayer, al mañana.
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